Faltan pocos minutos para que el ómnibus salga hacia Huamachuco, los comentarios que tenemos sobre este lugar son magníficos, considerado un gran destino turístico, ciudad hermosa con gente acogedora y tranquila.Son las ocho de la noche y el bus sale rumbo a Huamachuco, recorriendo las distintas calles de la ciudad buscando la salida para embarcarse hacia Huamachuco, es de noche y no se puede observar muy bien el paisaje a nuestro alrededor, sólo se observa la luna radiante la cual que nos deja observar la silueta de los inmensos e imponentes cerros que tenemos que rodear para poder llegar a nuestro destino.Nos despierta los rayos del sol, el cual a su vez nos anuncia que estamos a punto de llegar a nuestro destino.Nos deslumbramos al observar tanta hermosura a nuestro alrededor, los paisajes reafirman lo que nos dijeron de esta ciudad, los eucaliptos combinados con las demás plantas silvestres dan esa combinación de colores característica de nuestra serranía peruana, combinación de amarillo con verde, predominando este último; cielos despejados con nubes blancas que adornan el firmamento de forma única, un paisaje hermoso el que se nos muestra no hay palabras para seguir describiendo tanta hermosura.Nos dirigimos hacia las ruinas de Markahuamachuco ubicadas al noroeste de Huamachuco, a una elevación aproximada de 3595, la etimología de esta palabra es “Marka” que significa pueblo, “Huama” que significa Halcón y “Chuco” que significa gorro.
El recorrido hacia estas ruinas se tiene que hacer a pie, un promedio de media hora de camino, es penoso observar la forma de vida de las personas que viven alrededor de este monumento, no tienen los servicios básicos, están desnutridos, sólo se abastecen de unas pocas parcelas de papa, que no es suficiente para ello, los animales están débiles, similar situación afronta Markahuamachuco, es increíble que un gran monumento considerado como el Machu Picchu del Norte sea tan abandonado, teniendo a su cuidado a sólo una persona de la zona, que no sólo tiene que cuidar este monumento, sino también a otro resto arqueológico como es El Convento. A pesar de todos sus problemas, Markahuamachuco se muestra fuerte e imponente ante nuestros anonadados ojos que se maravillan al observar estos monumento recién descubierto por nosotros, construcciones de piedra de altura aproximada de 10 metros, relacionada con la cultura Wari , se presume que su construcción se inició desde los 300 años antes de Cristo, entre los arqueólogos que estudiaron estos restos se encuentran Max Hule, Julio C. Tello, Topic, construida sobre una zona estratégica, desde donde se puede observar los alrededores a esta zona arqueológica, cabe mencionar que Markahuamachuco así como los demás restos de Huamachuco fueron sitios netamente religiosos y lugares de pasada de diversas culturas.Seguimos nuestro recorrido y llegamos al lugar conocido como El Convento, el lugar es fabuloso, un fortín de piedra con doble pared, entre las cuales vivían las personas, aunque se encuentra destruido por la depredación del mismo hombre, aún se pueden observar las delimitaciones que tenían estas, su plaza principal y demás cuartos dentro de ella.Dejamos Markahuamachuco maravillados con lo que encontramos allí e ilusionados en encontrar más restos que nos deslumbren de la misma forma como lo hizo Markahuamachuco.Es nuestro segundo día en Huamachuco, nuestro siguiente destino es las aguas termales de Yanasara, donde tuvimos espacios de relax profundos, estás aguas tienen además propiedades curativas, pues sus aguas contienen sulfoferruginosos, para el reuma y otras enfermedades.Nuestro recorrido termina en Wiracochapampa, lugar donde hasta el momento se escenifica el Waman Raimi “Fiesta del Halcón”, la leyenda de la creación de Markahuamachuco, donde participan las diversas instituciones de esta ciudad para colaborar a mantener esta costumbre ancestral; las construcciones en esta zona son iguales alas existentes en Markahuamachuco, utilizan la técnica de la Pachilla, la cual consiste en la utilización de piedras grandes, entre las cuales se colocan piedras pequeñas y barro para el sostenimiento de las piedras grandes.Luego de visitar Markahuamachuco regresamos hacia el pueblo de Huamachuco, pues teníamos que regresar hacia Trujillo; Huamachuco nos dejó una gran impresión pues no sabíamos realmente de la existencia de restos arqueológicos tan hermosos existentes en nuestra región pues no son muy difundidos para el conocimiento general, es por ello que nuestras autoridades deben tomar conciencia de ello y promover el desarrollo de los pueblos mediante el impulso del turismo, pues nuestra región tiene grandes potenciales turísticos que esperan el apoyo de todos para sacarlos adelante, tanto a ellos como a sus pueblos.
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