martes, 29 de mayo de 2007
¡Manucci es el Campeón Señores!
(Fotos: Alan Dustin Rodriguez Texto: Angelo Chávez Rojas) Suena el pitazo final en el Mansiche, mírenlos como lloran, como gritan, como lo celebran, se abrazan, se harengan y se reúnen en el medio, le dan gracias al todo poderoso por un nuevo campeonato, la barra se une también al festejo, Calín Delgado es rodeado por la prensa, Medina se cuelga de las redes de la popular sur, festejando junto a la barra, todo el Mansiche lo goza, pues señores el campeón no es cualquiera, el campeón es Mannucci, el equipo con más barra a nivel local.
Dan la vuelta olímpica embriagados de felicidad, contentos por tener un nuevo título en las manos, la incondicional barra se une a la celebración y corre junto a los jugadores, junto a ellos una bandera flameante con los clásicos colores mannuccistas, hasta el presidente dejó de lado las formalidades y en brazos de los barristas celebró el bicampeonato.
Manucci estaba presionada a ganar si quería salir campeón, pues su escolta Universitario de Deportes había doblegado minutos antes a su similar orreguiano, es por ello que salió con todo en busca del triunfo, a los 6 minutos de haber comenzado el encuentro, Juan Paico lanza un tiro libre que por poco entra al pórtico, Mannucci no bajaría los brazos y gracias a su perseverancia y a la oportuna aparición de Falconí, se pondría arriba en el marcador, este empuje mostrado al inicio se vio mermado en el transcurrir del partido, pases herrados y malas maniobras por parte de ambos equipos harían pensar que el marcador se quedaría estancado en la mínima diferencia.
Pero tanto Calín Delgado como Salomón Paredes se la jugaron el todo por el todo, Calín Delgado mandaría a Britto y a Minchola a la cancha, mientras que Paredes puso a Jhon Muñoz, estos cambios les dieron más oxigenación al partido, tanto así que al minuto de juego Juan Paico haría temblar el arco de Calderón con un tiro a media distancia.
A los 23 de la etapa complementaria Salazar mandaría un centro por izquierda y Falconí desperdiciaría la oportunidad de marcar el segundo, pero no pasó el peligro y el mismo Falconí de un tremendo zapatazo pondría el 2 a 1, la algarabía ya se vivía en las tribunas, todos celebraban el gol, ese gol bendito que los encaminaría a la victoria.
La escuadra carlista no había acabado de festejar y el árbitro decretaría penal a favor de la UNT, Marco Llave toma el balón y le pega con el borde interno de su botín hacia el lado derecho del arco, dejando en mitad de camino a González, que sólo logra a mirar como entra el balón dentro de su pórtico.
Y cuando todo parecía acabado, Britto justifica su cambio y a los 43 minutos marca el 3 a 1, para Mannucci, ya no había mucho por hacer, los jugadores sólo querían que el encuentro termine para celebrar otra vez.
El árbitro da el pitazo final y el festejo se intensifica, en todos lados, como siempre el barrio de Chicago lo celebra, ¡Gócelo campeón!, se lo merece.
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